IA, la revolución en las aulas

Lleva décadas entre nosotros, pero desde hace apenas un año ha dado un salto de gigante. No piensa ni razona, pero su potencial ya está agitando los pilares de la educación, como dice David Hurtado, de Microsoft España: "En el último año hay mucho interés por incluir la Inteligencia Artificial, como herramienta para la propia Universidad o como parte del programa académico". Ahora, incluso, podemos hablar directamente con ella. Un robot nos la define: "La Inteligencia Artificial Generativa tiene la capacidad de crear contenido nuevo como imágenes, música o texto, basándose en patrones y datos previos". Está reconfigurando la manera de evaluar y de enseñar. Paulo Gamallo, lingüista computacional, explica que cuando salió el ChatGPT tuvo "un shock": "Llevo 30 años trabajando en modelos de ese tipo. De repente, tú podías preguntarle sobre cualquier cosa y te generaba respuestas con una calidad y coherencia increíbles".
El ChatGPT ya está instalado en los ordenadores de muchos estudiantes. Con las instrucciones correctas pueden pedir desde resúmenes hasta trabajos de final de curso. Los profesores advierten que es prácticamente imposible saber si lo ha creado una máquina. Berta García, profesora de la Universidad de Santiago, dice que "si pregunto cosas que puede contestar una IA estoy equivocándome". La falta de regulación de esta tecnología deja en manos de cada universidad cómo integrarla. Senén Barro, catedrático en Ciencias de la Computación de la Universidad de Santiago, asegura que "esto no es un tema sólo de cada institución universitaria. Tendría que haber realmente un gran proyecto de integración en el proceso de enseñanza de este tipo de herramientas". La Unión Europea está trabajando en establecer el primer marco normativo que ponga límites a la Inteligencia Artificial Generativa. Naciones Unidas pide con urgencia una norma global porque la tecnología avanza a un ritmo de vértigo.