En torno a mil trabajadores de la planta de Campofrío en Burgos aguardan en la incertidumbre sobre su destino tras el incendio que destruyó la fábrica hace una semana. Junto a ese millar de empleos directos hay otros tantos indirectos, pero también miles de puestos de trabajo en el sector primario, que provée a la factoría de materia prima. La empresa ha anunciado sus planes de recolocar en el área de Burgos a una parte de los trabajadores, donde según el responsable de la empresa en España, Ignacio González, tienen "mucho producto dentro y mucho trabajo". También ha abierto la puerta a recolocaciones en las fábricas de Madrid, Valencia o Soria. Incluso, algunas de fuera de España. El ministerio de Empleo, la consejería de Agricultura y el Ayuntamiento de Burgos estudian ayudas a la empresa y sus trabajadores.
Informe Semanal ha estado en la planta siniestrada, ha recogido la incertidumbre de las familias que ignoran aún cuando y cómo podrán recobrar su trabajo; ha hablado en exclusiva con el presidente de Campofrío en España, Pedro Ballvé, con el alcalde de Burgos, Javier Lacalle, con la consejera de Agricultura de la Junta de Castilla y Léón, Silvia Clemente y con los representantes sindicales de los trabajadores.
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