Vivir sin ETA

Varias asociaciones de víctimas del terrorismo se han concentrado hoy en la Plaza de la República Dominicana de Madrid, uno de los escenarios más cruentos de ETA, en el que murieron doce guardias civiles, para recordar a los 829 muertos que ha causado la banda. También para pedir que no haya concesiones a pesar del cese definitivo de la violencia. Ha pasado una semana desde que la organización terrorista hiciera público su comunicado y aunque está claro que el camino no va a ser fácil, la vida especialmente en el País Vasco empieza a cambiar para muchas personas: cargos públicos, jueces, policías, guardias civiles o ciudadanos anónimos cuyas vidas han dejado ahora de estar amenazadas. Hemos hablado con algunos de ellos, personas a las que ETA no ha dejado vivir en libertad.