Los niños perdidos de Ucrania

Informe Semanal ahonda en la investigación periodística de la red de medios públicos europeos, que preside RTVE, que confirma con pruebas y testimonios un proceso sistematizado de traslados forzosos de niños ucranianos hacia territorio ruso desde el inicio de la guerra de Ucrania, que cumple ya un año. Un trabajo que arrancó en otoño, aunque ya fue al principio de la contienda cuando comenzó a detectarse la "desaparición" de niños ucranianos. Especialmente, en territorios asolados por la guerra, sobre todo en el este del país. Hay fuentes que hablan de, al menos, 13.000 niños.

El Kremlin defiende que esos traslados se hacen "para salvarlos". Kiev denuncia que se trata de una campaña para deportar a la fuerza a miles de menores. El caso más grave es el de los niños que vivían en orfanatos. Algunos, con familia, pero procedentes de núcleos familiares desfavorecidos o desestructurados. 126 niños han sido devueltos a Ucrania, pero sólo cuando algún familiar ha podido localizarlos y ha reunido el valor y los recursos necesarios para entrar en Rusia y exigir la entrega del menor.

Apenas dos semanas después de la invasión, Putin se reunió con la Comisionada Presidencial rusa para los Derechos del Niño, Maria Lvova-Belova, quien ya entonces le dijo que habían llegado a Rusia 1.090 huérfanos procedentes de instituciones estatales de acogida del Donbás. La tutela temporal llevó enseguida a la aprobación en Rusia de una ley presidencial que facilita la obtención rápida de la ciudadanía rusa y, por tanto, la adopción permanente e inmediata por parte de familias rusas, dificultando su localización posterior. Gobiernos de todo el mundo, ONGs internacionales y también la ONU han condenado esta práctica.