Sinopsis
Cada septiembre, la vuelta al cole de los más pequeños de la casa pone a prueba la intendencia familiar en muchos hogares. “Un sin parar" muchas veces incompatible con las jornadas laborales de los padres. Y, ahí, están los abuelos que, entre la devoción y la obligación, se dedican en cuerpo y alma al cuidado de los nietos. "Es que esto es una asignatura que no se estudia en ninguna parte. Se aprende sobre la marcha y te toca o no te toca, lo disfrutas o no lo disfrutas. Tomas un poco la elección y nosotros hemos decido disfrutarlo". Lo cuenta Alejandro, que junto a su mujer Ángela han dedicado buena parte de su vida al cuidado de sus siete nietos.
Como ellos en nuestro país, con más o menos intensidad, unos 700.000 abuelos y abuelas cuidan de los más pequeños de la casa. Una tarea positiva para las dos partes, dicen los expertos; eso sí, advierten, siempre que sea consentida y durante un tiempo razonable, algo que no siempre sucede. "Lo que vemos es que estos abuelos son muy incondicionales", subraya Mercedes Bermejo, miembro del Colegio Oficial de la Psicología de Madrid, "les cuesta muchísimo poner límites". Otro dato significativo es que suelen ser las abuelas las que asumen más tareas en el cuidado de los nietos. "La sociedad española es una sociedad muy colectivista, muy machista, muy familista y de una manera casi inconsciente las personas y especialmente las mujeres, han sido llevadas a ese punto en el que consideran que esa es su obligación", señala a ‘Informe Semanal’ Andrés Losada, vicepresidente de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología.
