Tensión eléctrica

El precio de la luz alcanza este mes máximos nunca vistos y, con cada subida, aumenta la preocupación en consumidores y empresas. El aumento desbocado del precio de la electricidad ha forzado al gobierno a actuar para reducir su impacto en el recibo. La principal medida es reducir los beneficios que el alza de los precios del gas y de los derechos de emisión de CO2 han proporcionado a empresas que ni usan gas ni producen emisiones, como son las hidroeléctricas y las nucleares. Las medidas han sido recibidas con duras críticas de la oposición y de las empresas energéticas. Informe Semanal analiza con expertos, consumidores y representantes del gobierno y de las empresas qué hay detrás de esa escalada de precios y cuál puede ser el impacto de las medidas adoptadas.
“No estamos expropiando nada a nadie, estamos consolidando que nuestra economía pueda recuperarse en un contexto especialmente complicado”, afirma la secretaria de estado de Energía, Sara Aagesen, para defender unas medidas que según las eléctricas y la oposición provocan inseguridad jurídica. “Son clarísimamente una intervención del mercado que no van a estar dentro del marco normativo europeo”, asegura la consejera delegada de Iberdrola España Ángeles Santamaría.
Además de los consumidores, el alza de los precios de la electricidad castiga sobre todo a la pequeña y mediana empresa. Las grandes suelen tener acuerdos a largo plazo con las comercializadoras, aunque no están, dicen, totalmente a cubierto. Pero sean grandes o pequeñas, todas anticipan ya un aumento en el precio de sus productos.