Sinopsis
La asesora financiera Aida Fernández explica en 'La Hora de la 1' algunos consejos para ahorrar para las personas que viven solas: "Ahora mismo estas personas están en una situación mucho más complicada, ahora mantener la vivienda es mucho más complicado. La clave es buscar aquellos puntos que son de gastos a gran escala. Un buen ejemplo, sería el de cocinar para toda la semana grandes cantidades".
Pero esta no es la única manera de gastar menos: "Cocinar todo un mismo día, además de evitar el desperdicio de comida, hace que ahorremos en el gasto de luz. Si encendemos el horno lo mejor es aprovechar para hacer varios platos a la vez. Si cocemos pasta para una persona sola, gastamos lo mismo que si cocemos pasta para muchas más. Todo lo que sea cocinar a gran escala supone un ahorro", relata.
Otra de las opciones para ahorrar en casa, si no se comparten gastos con nadie más, es esperar a tener lleno el cesto de la ropa antes de poner la lavadora: "Incluso a lo mejor me compensa comprarme unos cuantos pares más de calcetines y evitar poner la lavadora medio vacía".
Uno de los problemas es que ha subido el coste de la vida y no los salarios, en un contexto que cada vez es más complicado: "Puedes comprar menos que lo que podías comprar con el mismo dinero. Con el precio de alquileres estoy espantada. Nos ha subido la renta en los dos últimos años, una barbaridad, si suben las rentas, si no podemos acceder a una hipoteca, de qué vamos a vivir, no sé que vamos a hacer"dice la abogada Verónica Guerrero.
En esta misma línea se expresa la asesora financiera, a la hora de comprar comida, lo importante es fijarse en el binomio calidad-precio: "Aquí también deberíamos valorar la calidad de, por ejemplo, la comida preparada. Estamos en un momento en el que comprar verdura y fruta sale más caro que comer un yogur de chocolate. Tenemos que valorar cuánta energía estamos usando. La gente está dejando de comprar patatas porque es muy caro de cocinar a pesar de ser un producto muy barato. Al final lo mejor es utilizar alimentos que si los hago en casa no tengan mucho tiempo de cocinado".
Otro de los ámbitos en los que se presentan dificultades cuando se trata de una sola persona es el de solicitar una hipoteca: "Al final pensemos que los ingresos se concentran en una sola persona y, por tanto, también el riesgo. Los bancos te conceden una hipoteca corrrespondiente a un tercio de tus ingresos".
El problema se extiende también a los mayores. Hay mucha gente de la tercera edad que vive sola con pensiones muy justas y, en ocasiones, esa soledad no buscada: "Las soluciones aquí son más complejas, damos por hecho que la gente mayor tiene una vivienda pagada, pero igualmente se enfrentan a los mismos problemas. Además, cuando en una casa muy grande, porque en su día vivía una familia entera, necesita mucha energía para calentarse, deja de ser útil para estas personas que viven solas", concluye
