Sinopsis
En 'La Hora de la 1' hablamos con David, el inquilino que ha vivido durante siete años en la casa donde se han encontrado restos óseos, presuntamente de Sibora Gagani. "Ha sido tenso, con mucha emoción, pero ha salido todo según lo previsto por los funcionarios del Cuerpo Nacional de Policía que ha llevado la investigación. Evidentemente, estamos cansados, con ganas de que terminara, pero en el fondo estamos contentos porque se le va a dar descanso a esta familia", ha asegurado.
La joven, de origen albanés y nacionalidad italiana, desapareció en 2014, en el piso que compartió en Torremolinos (Málaga) con Marco R. Actualmente, se encuentra en prisión por el presunto asesinato de su expareja Paula en esta misma población el pasado mes de mayo. "No podemos dar detalle, no podemos decir nada, en todo momento lo hemos vivido en primera persona, hemos estado ayudando en todo lo que hacía falta. Todo se ha cotejado con los planos de la vivienda y más o menos se tenía certeza de dónde iba a estar.
"Les hemos ofrecido todo lo que estaba en nuestras manos, mascarillas, agua, lo que necesitaran en todo momento los agentes", ha recordado el inquilino.
Los agentes han contado con la colaboración de la unidad de sistemas especiales de la Subdelegación General de Logística e Innovación (SGLI) y con el empleo de un sistema de rayos X para detectar los restos mortales de Sibora Gagani: "Los agentes venían con los aparatos, y uno de ellos se dio cuenta de que el piso gemelo de mi vecina no era igual, no había un tabique. El hallazgo fue muy emocionante porque estos señores llevan nueve años trabajando como si buscasen a un familiar suyo. Viviéndolo con mucha emoción, fue algo espectacular", ha relatado.
También asegura que cuando ellos entraron a vivir a este piso, los supuestos restos de Sibona, ya llevaban dos años allí: "Yo ya lo dije en otra ocasión, si te vas a vivir a un castillo medieval, cuántas cosas no han podido pasar ahí. Para nosotros no es tan significativo que haya pasado esto. Es importante que la familia pueda descansar y sepa la verdad de lo que ha pasado con su hija después de llevar nueve años, ha tenido que ser un horror, con esta incertidumbre".
"Nosotros también hemos estado intentando hacer alguna averiguación, llevamos siete años en este piso. Pero jamás nos hubiésemos imaginado algo así. Somos trabajadores normales, así que no ha sido fácil", concluye.
