Sinopsis
La mayor indemnización por negligencia médica en España se pagará por lesiones a una bebé en un parto en el Hospital Gutiérrez Ortega de Valdepeñas, Ciudad Real. La niña sufrió una prolongada falta de oxígeno que le convirtió en gran dependiente de por vida, actualmente tiene un 97 % de discapacidad.
En octubre de 2012 nació la niña, el embarazo fue normal, al igual que los otros dos anteriores que tuvo la mujer, de la que nacieron dos niños “completamente sanos”. Además, las visitas al ginecólogo no detectaron ninguna anomalía.
Hablamos con Carmen Fernández-Bravo, abogada de los padres, ha ayudado en todo el proceso a su hermano Francisco, también abogado del caso: "Cuando se ha estado con los padres ves que lo que quisieran es tener una niña normal como sus otros dos hijos. Es una niña completamente postrada que necesita ayuda para todos los aspectos de la vida diaria. Quisieron que la niña hiciera la primera comunión, ya tiene diez años. Además, ves como estos padres quieren que la vida de su hija sea lo más normal posible. Claro que esto es complicado, está postrada, necesita ayuda para comer, respirar, una atención de las 24 horas del día. Es una complicación tremenda por la limitación que sufre esta pequeña y la limitación que implica en toda la familia", explica 'La Hora de la 1'.
A lo largo del parto, según la sentencia, se dieron distintas complicaciones que tanto el ginecólogo como la matrona no quisieron dar importancia: "Ese ha sido el motivo para llegar a una conformidad con los representantes legales de estos profesionales al efecto de esas omisiones que hicieron. Ya había habido una rotura espontánea de la bolsa, el meconio, que indica el daño fetal, avisaba. Estuvo dos horas sin un control completo de la dilatación, con unas bradicardias tremendas, la niña estaba en 60 latidos cuando lo normal es hasta 160 latidos", recalca la letrada.
La abogada asegura que en el parto no se usaron todos los recursos que había en el hospital: "Era tan evidente la falta de uso de los recursos y medios en el evolutivo de este parto que era tan alarmante el hecho de dejar la evolución descuidada, el quitarle las cinchas de monitorización y no había una explicación de por qué se había efectuado así. Tuvimos la oportunidad de que el forense apoyó esta mala praxis. Junto a nuestros peritos, valoraron el daño de un ginecólogo, apoyaron totalmente esta valoración. El propio forense nos apoyó viendo lo alarmante de este caso. Unido a nuestros informes fue una fuerza que ayudó a que pudiéramos conseguir este acuerdo".
Para finalizar explica la situación en la que se encuentran el médico y la matrona: "En este caso los facultativos han tenido una condena de una multa y siguen ejerciendo, la matrona se iba a jubilar. Había medios, el tema es que no los usaron. Si hubiera seguido con atención la evolución, este daño no se habría producido. Los daños son muy grandes y las actuaciones son de descuido"".
