Novedades en el triple crimen de Burgos, sucedió hace 17 años y cuenta con un nuevo sospechoso

99 puñaladas acabaron con la vida de Salvador, Julia y su hijo pequeño, Álvaro. Ocurrió en su casa de Burgos la noche del 7 de junio de 2004. El asesino primero mató a Salvador, después a su mujer y por último al niño que se había encerrado en la habitación al oír los gritos.

La puerta de la vivienda no había sido forzada y no se encontraron huellas, solo la pisada de una zapatilla deportiva. Ésa pista puso en el centro de la investigación a Rodrigo, el hijo mayor del matrimonio. Por aquel entonces era menor y estaba interno en un colegio.

Salvador era por aquel entonces alcalde del pueblo burgalés de La Parte de Bureba. Allí fue enterrado, y en su tumba aparecieron pintadas con insultos. Su autor, Ángel Ruiz, Angelillo, un vecino con el que supuestamente había tenido problemas de lindes y que ahora está en prisión por matar a una vecina a la que atropelló. Eso permitió descubrir que en su casa tenía llaves robadas de medio pueblo, entre ellas la del alcalde que en 2004 era Salvador Barrio. Pero no solo eso calza el mismo número y zapatillas de la huella que apareció en la escena del crimen.