Catástrofe a la venta

¿Cómo puede convertirse una catástrofe medioambiental en un negocio lucrativo? En el planeta de las finanzas hay un mercado para prácticamente cualquier cosa. Incluso para un futuro desastre que pueda ocurrir. 

Hay personas que se dedican a calcular la mínima probabilidad de que ocurra una catástrofe y, sobre todo, la magnitud de los daños. Para el inversor Nat Manning el negocio es “ser capaz de predecir ese riesgo y ponerle precio”. La estratega financiera Nora Ostrovskaya explica qué es el bono catástrofe: “Es exactamente igual que un seguro. El seguro cobra tu prima mientras todo va bien, y se supone que te paga cuando tienes sufrimiento y pérdidas”.

Es difícil calcular el riesgo de una guerra, de una pandemia o del cambio climático. Pero en el Planeta Finanzas, incluso este tipo de riesgo es un buen modelo de negocio. Porque el capital anda siempre buscando la forma de crear nuevos escenarios con los que obtener un beneficio.