Piel con piel

El tacto aporta confianza y seguridad, un vínculo vital con el otro, pero también se puede experimentar como una intrusión dolorosa en nuestra intimidad. El sentido del tacto es el primero que desarrolla un embrión mucho antes de que pueda ver, oír u oler. La paradoja de este sentido es que es deseado y temido al mismo tiempo. Es esencial para el bienestar, pero puede causar daño psicológico, social y físico si se priva de él.

En esta era visual, parece que la apariencia es la medida de todas las cosas. El año 2020 da una idea de cómo podría ser una vida así, sin tocar. En tiempos de pandemia, esta necesidad humana esencial, tocar y ser tocado, se percibe como una amenaza.

En este documental se hace un recorrido histórico del tacto a través del arte, la filosofía y la ciencia y su impacto en la sociedad.