España es el octavo país exportador de alimentos del mundo. El año pasado vendimos comida en el exterior por 36.000 millones de euros. Y a diferencia de otros sectores, como el energético, aquí exportamos más de lo que importamos, con un saldo positivo de casi 6.000 millones, un 90% más que el año anterior. Por eso el ministro de Economía, Luis de Guindos, dice que es un ejemplo a seguir. "El sector agroalimentario representa uno de los mejores ejemplos del esfuerzo que está realizando la economía española en su salida de la crisis", ha afirmado De Guindos. El 75% de nuestras exportaciones van a nuestros socios de la Unión Europea, sobre todo a Francia, Alemania, Italia, Portugal y el Reino Unido. El 25% restante, las extracomunitarias, son las que más crecen y se reparten entre Estados Unidos, América Latina, Rusia, China, Suiza o Japón, entre otros. Y para seguir creciendo, el Gobierno tiene un plan. El ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, ha señalado que trabaja por "la Marca España y la potenciación de la dieta mediterránea. Con el fin de aprovechar sinergias entre gastronomía, turismo y productos alimentarios". Menos papeleo, más formación, nuevos mercados y menos aduanas, son algunos ejes del plan de internacionalización conjunto de Agricultura y Economía.
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