En Argentina, según los datos oficiales, la economía sigue creciendo, en torno a 1,5%, pero la inflación está disparada. El dólar se convierte en moneda refugio, mientras el peso argentino pierde valor. Y no solo frente al dólar; también frente a las monedas de países vecinos como Brasil o Paraguay. En Bariloche, una de las ciudades más turísticas de Argentina. Al atractivo de sus estaciones de esquí y de su paisaje de lagos y montañas se suma ahora el de la posibilidad de hacer compras a buen precio, debido al cambio ventajoso que ofrece un debilitado peso argentino. Los precios son aún mejores si para cambiar los dólares se recurre al mercado negro en vez de al oficial. Los argentinos le llaman el dolar blue, aunque a principios de mayo lo bautizaron también como el dólar Messi, en alusión al número 10 que luce en su dorsal el jugador. Y es que el pasado 7 de mayo en el mercado negro un dólar se cambiaba por más de 10 pesos, casi diez y medio, el doble que el cambio oficial. Más que mercado negro es en realidad un mercado paralelo, porque la cotización del dolar blue puede consultarse cada día en la prensa y en internet. Empezó a funcionar a finales de 2011, cuando el gobierno impuso fuertes restricciones a la compra de moneda extranjera para hacer frente a la caída de la reserva de divisas. Desde entonces, ese mercado convive con el oficial, ante el asombro de los visitantes extranjeros. Del auge del dolar blue, lo expertos responsabilizan en último extremo a una situación económica marcada por una elevadísima inflación, que sitúan en torno al 25% y que erosiona tanto el poder adquisitivo como el valor de los ahorros. En un año electoral, el gobierno se niega devaluar el peso, que va perdiendo valor, lo que crea un clima de desconfianza. Y los argentinos que pueden ahorrar no quieren hacerlo en pesos, sino en moneda estable, preferiblemente en dólares, tan escasos como caros.
- Géneros
- Información y actualidad
- Idiomas
- Castellano