Beriain y Fraile, dos periodistas comprometidos con contar las realidades más difíciles y olvidadas

"Sal ahí y cuenta lo que veas", así entendía su oficio, el periodista David Beriain, asesinado junto al cámara Roberto Fraile en Burkina Faso. Él salía a contarlo, desde la guerra de Irak, donde entró escondido en el falso fondo de un camión, hasta sentarse delante de narcos, sicarios o guerrilleros.

Esa pasión por escuchar, entender y contar le llevó a fundar su propia productora: 93 metros, exactamente los que recorría su abuela Juanita de la puerta de casa al banco de la iglesia. "A pesar de hacer historias supuestamente grandes, exóticas, no nos olvidemos nunca que la historia más grande está en el lugar más pequeño y que a mi abuela Juanita le sobraron 93 metros para encontrar la historia más grande, para encontrar su verdad", explicaba en una entrevista.

Corresponsal de guerra, enviado especial, documentalista… Beriáin era, en definitiva, periodista. Junto a él había viajado Roberto Fraile, reportero gráfico curtido también en conflictos hasta sufrir las heridas de la guerra en Siria, en Alepo. Fraile reconoció que pasaba miedo, sobre todo por las noches. Beriain tampoco se reconoció como un temerario. En Burkina Faso solo estaban, como siempre, para contar lo que veían.