Desde hace dos semanas, los ucranianos se despiertan con el sonido de las bombas, que avisan a los que aún no se han ido del país, que es momento...
09/03/2022 00:01:38Desde hace dos semanas, los ucranianos se despiertan con el sonido de las bombas, que avisan a los que aún no se han ido del país, que es momento de abandonar sus hogares. En medio de ese éxodo se encuentran muchas historias, pero ninguna tan cruel como las de los pacientes de oncología infantil de los hospitales ucranianos. La mayoría de los niños han tenido que interrumpir sus tratamientos para poder huir de la invasión, llegando a perder por el camino incluso sus historiales médicos. La guerra ha erosionado de forma extrema el sistema sanitario de Ucrania, por lo que estos niños solo van a poder recibir tratamiento en los países que les acojan. Polonia es, por su cercanía con Ucrania, de los países a los que más refugiados han llegado desde que estalló la guerra. Allí se trata de ayudar lo máximo posible a todas estas personas que vienen tras haberlo perdido todo, sin saber cuándo podrán regresar a sus hogares. Sin embargo, los recursos son limitados y el tiempo corre en su contra. “Necesitamos la ayuda de otros países más grandes y ricos” ha dicho Ernest Kuchar, jefe del Departamento Pediátrico de la Universidad Médica de Varsovia, en relación al sustento del tratamiento de estos pacientes. Ha manifestado que las condiciones son terribles para estos enfermos, y que los hospitales de la zona están comenzando a saturarse. Como solución, se ha abierto una vía de cooperación entre toda Europa. En Ucrania, cerca de 160.000 pacientes con un cáncer diagnosticado. Malgorzata Dutkiewicz, el jefe de la fundación que está ayudando a muchos niños con cáncer a huir del país, ha dicho que cada año se cuentan 1.000 nuevos casos de cáncer infantil, por lo que es vital contar con ayuda lo antes posible.
FOTO: REUTERS/Kacper Pempel
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