Sinopsis
Los incendios forestales se han convertido en un desafío para Argentina. Las llamas arrasan desde hace semanas el noreste del país, con varios focos activos en la provincia de Corrientes, en la frontera con Paraguay, Brasil y Uruguay. Se calcula que el fuego ha arrasado un 8,8% del área de la provincia, con más de 700.00 hectáreas calcinadas.
La provincia ha sido declarada “zona de catástrofe ecológica y ambiental”. Casi 3.000 efectivos a los que se unen vecinos y voluntarios colaboran para evitar que el fuego siga consumiendo terreno. A pesar de contar con cinco helicópteros y 12 hidroaviones, se considera que no es suficiente en comparación con la magnitud del fuego.
Las débiles lluvias han dado un ligero respiro, pero no fueron suficientes. Por eso el escenario sigue siendo crítico. El secretario de Control y Monitoreo Ambiental, Sergio Federovisky ha reconocido que se trata de uno de los incendios más graves de la historia reciente del país no solo por su extensión “sino por la calidad de las hectáreas afectadas”. Entre los terrenos que han sido víctimas de las llamas hay bosques nativos, bosques cultivados, esteros y áreas de pastizales.
El gobernador de Corrientes, Gustavo Valdés, ha llamado a la colaboración para poder frenar la destrucción de la flora y la fauna del país. Pide la colaboración de los Estados Unidos, Brasil y Bolivia, y espera una respuesta positiva y una ayuda en forma de los recursos necesarios para poder proteger Argentina.
