Según estimaciones del Gobierno de Mozambique, en la provincia de Cabo Delgado, situada en el norte del país, casi 500.000 personas -la mitad de...
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25/01/2021 00:02:16Según estimaciones del Gobierno de Mozambique, en la provincia de Cabo Delgado, situada en el norte del país, casi 500.000 personas -la mitad de...
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25/01/2021 00:02:16Disponible hasta: 17-09-2115 15:15:00
Según estimaciones del Gobierno de Mozambique, en la provincia de Cabo Delgado, situada en el norte del país, casi 500.000 personas -la mitad de ellas, niños- han tenido que dejar sus hogares en medio de una escalada de brutalidad que se prolonga ya durante más de tres años. Los ataques comenzaron en octubre de 2017, y desde entonces la violencia no ha cesado, instigada por Al Shabab, un grupo yihadista local integrado en el Estado Islámico de África Central (ISCA).
Este escenario representa el caldo de cultivo perfecto para que proliferen todo tipo de enfermedades infecciosas, como el cólera, el sarampión o la polio. Una bomba de relojería epidemiológica que supone el mayor desafío al que se enfrenta la ayuda humanitaria en la zona.
La vacunación sigue siendo el recurso más efectivo para prevenir estos brotes, pero las campañas se han visto muy perjudicadas por la violencia. Y la llegada de la pandemia de COVID-19 ha agravado aún más este problema.