La Nasa toca Bennu

OSIRIS-REx, una nave de la NASA. Su viaje en septiembre de 2016. 2 años y 3 meses después conseguía llegar a su destino, Bennu, un asteroide primitivo, casi inalterado en sus 4.500 millones de años de vida. Fotos, medidas, todo tipo de datos ha estado recogiendo en los últimos dos años. Ahora toca lo más difícil: extraer una muestra. Al menos, 60 gramos.Para ello, por fin, descenderá al asteroide, situado a 300 millones de km de nuestro planeta. Bennu es de grande como el Empire State de Nueva York y potencialmente peligroso, podría impactar contra la Tierra a final del próximo siglo. Viaja a 100.000 km por hora con lo que cualquier mínimo error podría destrozar la nave de la NASA.La delicada operación durará 10 segundos en los que rozará la superficie con un brazo extensible de 3 metros de largo.