Sinopsis
La primera ministra de Bangladés, Sheikh Hasina, en el poder desde 2009, ha dimitido y ha huido del país este lunes en medio de la creciente tensión por las protestas que desde mediados de julio asolan el país y que se han cobrado ya alrededor de 300 muertos. Al hacerse pública su dimisión, de la que ha informado una fuente del ejército bangladesí, miles de personas han asaltado su residencia oficial. Otros grupos de manifestantes han incendiado también oficinas de la Liga Awami, partido de la ex primera ministra Sheikh Hasina, y otros edificios oficiales en una situación calificada de "anárquica" por los bomberos, tras la huida de la mandataria y la declaración del gobierno interino.
Según ha informado el canal de televisión India Today, Hasina ya ha aterrizado en la India, en la ciudad de Hindon, cerca de Delhi, en el estadio indio de Bengala Occidental. "Ella y su hermana abandonaron Ganabhaban [el palacio de la primera ministra] para dirigirse a un lugar más seguro", ha declarado la fuente a la agencia AFP bajo condición de anonimato, añadiendo que Hasina, "quería grabar un discurso, pero no pudo hacerlo".
Cientos de miles de manifestantes antigubernamentales continúan desafiando el toque de queda impuesto el pasado domingo y a las fuerzas de seguridad de Bangladés, al marchar por las calles de la capital. El jefe del Ejército de Bangladés, Waker-Uz-Zaman, ha anunciado la formación de un gobierno interino. Además, ha pedido a los estudiantes que "mantengan la calma y vuelvan a casa" y ha informado de que "no será necesaria una situación de emergencia si esta mejora".
Solo el domingo murieron 91 personas en los enfrentamientos entre los estudiantes y los seguidores de la Liga Awami, en lo que ha sido la cifra más alta de fallecidos en una protesta en la historia reciente de Bangladés. Las protestas se han cobrado de momento alrededor de 300 muertos desde que el Movimiento Estudiantil Contra la Discriminación salió a las calles a principios de julio para exigir el fin de unas cuotas al empleo público que consideran discriminatorias.
