Ultraderecha: Su adaptación al siglo XXI, ¿es más peligrosa? ¿A quién convence?

La extrema derecha ya gobierna en algunos países del mundo, en otros forma parte de coaliciones de Estado o de comunidades autónomas y está presente en diferentes parlamentos. El último ejemplo lo tenemos en Europa, en los Países Bajos, donde el ultraderechista Geert Wilders, con su Partido por la Libertad, ha ganado las elecciones generales. Esta ultraderecha creciente ha adaptado el ideario tradicional de autoritarismo, exaltación de la patria, rechazo a la inmigración, conservadurismo y tradicionalismo religioso católico, a los nuevos tiempos. De esta manera ha llegado a los parlamentos a través de las urnas y habitualmente, haciendo uso de un mensaje populista que se alimenta del descontento de la población y el rechazo al inmigrante. La nueva ultraderecha puede admitir -con reservas- el discurso LGTBI, o defender con frecuencia un sistema ultraliberal frente al proteccionismo, como el caso de Javier Milei, en Argentina y que también está a favor de los movimientos migratorios, algo que escapa a la ultraderecha tradicional. Heterogéneo resulta también por ejemplo, el presidente Nayib Bukele en El Salvador que ha llegado desde la izquierda a acumular un gran poder autoritario. Si quieres saber quién es el electorado de la ultraderecha, en qué se diferencia de la extrema derecha tradicional, cuál es su ideología y agenda política y, si supone una amenaza real para la democracia y la convivencia, no te pierdas este 5COSAS.