El Gobierno de Aragón reconoce que falló el sistema en la petición de eutanasia

Se llamaba Emilia, tenía 83 años y sufría una enfermedad que le había causado un deterioro físico, que la obligaba a estar en cama con dolores constantes.

El 8 de Julio solicitó la eutanasia. Nadie en su centro de salud de Zaragoza quiso recoger el papel que entregaba su hija.Había hecho el testamento vital y confiaba en la ley de eutanasia pero la falta de respuesta la llevó a tirarse por la ventana de su casa.

Desde el Gobierno de Aragón, la consejera de Sanidad, Sira Repollés, reconoce que el sistema había fallado pero que ya se han depurado responsabiliades.

Desde los sindicatos médicos de atención primaria de Aragón defienden la objeción de conciencia, a la que se ha acogido el 6% de la profesion. Lamentan lo ocurrido e instan al Gobierno de Aragón a que desarrolle el reglamento de la ley.