Entrega de las medallas

Primero conquistó Manhattan y luego, Oviedo. Esta vez sí se quitó el sombrero, pero tardó en ponérselo lo que tardó en recoger la insignia que le acredita como Príncipe de Asturias de las Letras. Porque Leonard Cohen primero es poeta y luego, cantautor.

Sin su inseparable batuta llegó el maestro. Así fue anunciado. El maestro Riccardo Muti, premio de las Artes.

Acostubrado a las grandes distancias, Haili Gebreselasi recorrió andando los escasos 20 metros que le llevaba a la meta del Príncipe de Asturias de los Deportes. Todo cordialidad, recogió una insignia que le sabe a oro olímpico.

Dicen que no son héroes, que sólo cumplieron órdenes. Hoy, lo que reciben los heróres de Fukushima no son órdenes, es el Príncipe de Asturias a la Concordia.Porque estos hombres valientes salvaron al mundo del desastre nuclear.

Julie Maxton es la directora ejecutiva de la Royal Society, premio de Comunación y Humanidades. Este año, la única mujer entre los premiados.

También recogieron sus insignias Howard Gardner, premio de Ciencias Sociales por su teoría de las inteligencias múltiples. Y Bill Drayton, premiado por su afán de cambiar el mundo. Y los herederos de Ramón y Cajal en el campo de la neurobiología.

Y todos, desde la ciencia, las artes o los deportes, juntos para la foto de familia. Leonard Cohen de nuevo sin sombrero. Tardó en ponerselo lo que duró el posado.