El número de muertos por la represión en Siria desde el pasado mes de marzo asciende ya a 5.000, de los que 300 corresponden a menores, según ha explicado la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, Navy Pillay, que ha pedido al Consejo de Seguridad del organismo que refiera el asunto sin demora a la Corte Penal Internacional (CPI) y envíe al país árabe una misión de investigación, según han indicado fuentes diplomáticas.
"Ocurren torturas y en los centros de detención hay un elevadísimo número de desplazados y miles de detenidos. Basándome en las pruebas de la naturaleza sistemática y extendida de los asesinatos, las detenciones y los actos de tortura, creo que todos ellos constituyen crímenes contra la humanidad, por lo que he recomendado que se refiera el asunto a la Corte Penal Internacional" ha explicado a la prensa Pillay tras reunirse a puerta cerrada con los miembros del Consejo de Seguridad, informa Efe.
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