Los madrileños tendrán que pagar un euro por cada receta dispensada hasta un tope de 72 euros al año. A partir de esta cantidad, el usuario no tendrá que pagar. Tampoco tendrán que hacerlo con aquellos medicamentos o productos farmacéuticos que cuesten 1 euro con 67 céntimos o menos. Se libran del pago de esta tasa colectivos como los parados que hayan agotado el subsidio, quienes reciban pensiones no contributivas o las personas que necesiten de un tratamiento por enfermedad profesional o accidente laboral. La medida arranca con cierta polémica porque las farmacias aún no tienen instalado el programa informático que les permitirá controlar el cobro del euro por receta. La Consejería de Sanidad ha admitido el retraso y ha asegurado que estará listo para el mes de febrero. La Asociación de la Defensa de la Sanidad Pública pide que se paralice la medida por discriminar a los madrileños y por ser, aseguran, inconstitucional. El Gobierno central ya ha anunciado que recurrirá la tasa , que también funciona en Cataluña desde este verano, al Tribunal Constitucional. Con esta medida, la Comunidad prevé ingresar 83 millones de euros, aunque el consejero de sanidad asegura que su fin es sobretodo disuasorio.
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