La huelga general contra la reforma laboral ha comenzado esta medianoche con dos piquetes atropellados en Madrid y Barcelona, cuyos mercados centrales de abastos se han quedado casi sin actividad por los bloqueos de sus accesos. A primera hora de la mañana, la tensión se ha desplazado a las cocheras de los transportes públicos: en Madrid y Barcelona los autobuses están teniendo problemas para salir. Los sindicatos han calificado como "masivo" el seguimiento en el turno de noche. El Gobierno se ha limitado a decir que se están respetando en casi todos los sectores los servicios mínimos y ha informado de que la madrugada está transcurriendo sin incidentes graves. Tras casi tres años de crisis económica, se trata de la primera gran movilización contra el Ejecutivo socialista, a las que están llamados alrededor de 18,5 millones de trabajadores.
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