Ikea, como chinos por su casa

En China, los clientes de ese país aplican al pie de la letra en algunas tiendas lo de sentirse como en su propia casa. Y, si no, fíjense en cómo invierten su tiempo libre algunos chinos en Ikea. Meriendan en las cocinas, se echan la siesta en las camas y los niños juegan en dormitorios que, según cuentan, son más grandes y más bonitos que los suyos propios. La empresa sueca ha optado por permitir estas costumbres tan chocantes a ojos occidentales para seguir vendiendo sus productos.