Las condiciones del suelo, la altitud y el clima de España han propiciado la proliferación de cultivos de trufa negra

Las condiciones del suelo, la altitud y el clima de España han propiciado la proliferación de cultivos de trufa negra. Son más de 12.000 hectáreas de encinas o robles micorriados que nos han convertido en principal productor mundial de la 'tuber melanosporum', es decir, el diamante negro de la gastronomía.

Ahora se acerca el final de la temporada de la trufa negra, una joya de la gastronomía, que también se ha visto golpeada por la pandemia. Sus precios y la demanda se han desplomado por el cierre de la hostelería, aunque su cultivo crece y podría ser un atractivo para inversores en la España vaciada.