En el campo de refugiados de Adén, apenas hay agua potable y los niños juegan... con fuego. En esta ciudad del sur de Yemen, disputada por rebeldes...
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21/05/2020 00:01:09En el campo de refugiados de Adén, apenas hay agua potable y los niños juegan... con fuego. En esta ciudad del sur de Yemen, disputada por rebeldes...
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21/05/2020 00:01:09Disponible hasta: 21-02-2222 23:00:00
En el campo de refugiados de Adén, apenas hay agua potable y los niños juegan... con fuego. En esta ciudad del sur de Yemen, disputada por rebeldes y gobierno apoyado por Arabia Saudí, sólo un hospital gestionado por Médicos sin Fronteras se ocupa de pacientes de COVID-19. Sus portavoces nos explican que sólo tratan la punta del iceberg: 173 pacientes en las últimas dos semanas, de los que se han muerto 68. Pero en Adén están enterrando a 80 personas al día: ocho veces más de lo habitual. La ONU reconoce que no tiene fondos para atender a los casi cuatro millones de desplazados internos en un país donde los enfermos de malaria, cólera o dengue se están quedando sin atención. Los sanitarios no cobran.
El coronavirus en Yemen se está cebando con hombres de 40 a 60 años, más jóvenes que en el resto del mundo. En todo el país hay sólo 500 respiradores y 700 camas UCI. La OMS ha enviado 6.700 tests y hace sonar la alarma por el riesgo de que el virus se propague como un incendio entre las poblaciones más vulnerables del mundo.