Fernández, presidenta de Argentina

Un crecimiento económico indiscutible, el mayor de América Latina, aunque las previsiones para el año que viene lo reducen a la mitad, a poco más del 4%. A la espera de posibles consecuencias de la crisis global, se alienta el consumo, pero la inflación pesa.

Mantener el superávit fiscal y comercial es clave para el gobierno de Cristina Fernández. No son pocos los retos que tendrá que afrontar una presidenta que, en estos momentos saborea las mieles de un éxito arrollador, con casi el 54% de los votos. A 36 puntos por detrás, con el 17%, el socialista Hermes Binner.

Cuando renueve su cargo, el 10 de diciembre, habrá un cambio seguro. Precisamente, en Economía porque el actual titular, Amado Boudou, que en la noche electoral estuvo con ella pero sin decir palabra, será el nuevo vicepresidente.

Su marido, el fallecido expresidente Néstor Kirchner, inició en 2003 un movimiento dentro del Peronismo que ya no es nuevo. El kirchnerismo suma 8 años y -esto es histórico-, si no hay sorpresas, será el primer proyecto político que dura 3 períodos consecutivos. Y, con ella, como única figura máxima.

Continuará la política de subsidios sociales y se impulsarán medidas de alcance como la despenalización -con matices- del aborto. Al oficialismo le ayudará la mayoría recuperada tanto en Diputados como en el Senado.