La presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, ha retomado su actividad presidencial 20 días después de someterse a una operación de tiroides a raíz de un diagnóstico inicial de cáncer que finalmente fue descartado.
Con una herida visible en el cuello, Fernández ha encabezado un acto público en la Casa Rosada en el que ha cuestionado a las petroleras por el descenso en la producción local de combustibles. También ha vuelto a pedir a Reino Unido que acepte negociar la soberanía de las islas Malvinas.
Su Gobierno presentó hace nos días una denuncia contra la petrolera argetina YPF --controlada por el grupo español Repsol--, la anglo-holandesa Shell, la estadounidense Esso, la brasileña Petrobras y la argentina Oil Combustibles por "sobreprecios" en el gasóleo que afectan tanto al transporte público --subsidiado por el Estado--, como al de cargas.
En este sentido, Fernández ha afirmado que las compañías cobran por el combustible vendido a granel un precio mayor al que cobran al consumidor minorista. "Se acabó la avivada", ha dicho la presidenta.
La presidenta de Argentina también ha reclamado a las petroleras reinvertir sus ganancias en el país para aumentar la producción de combustibles, un recurso que Argentina se vio obligado a importar fuertemente en 2011.
"Si las petroleras hubieran mantenido o aumentado la producción, no hubiéramos tenido que importar combustibles por 9.396 millones de dólares (unos 7.100 millones de euros), un 110% más que 2010", ha apuntado Fernández.
La mandataria también ha para elogiar la bajada del desempleo, que en el último trimestre de 2011 alcanzó el 6,7%, y el crecimiento del 9,2% del país el año pasado.
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