El presunto autor del disparo que acabó con la vida de un vecino de Badajoz y responsable del intento de secuestro de un hombre y su hijo presentaba un tiro en la espalda pese a que la policía había informado inicialmente de que había muerto de un infarto justo después de ser detenido cerca de Plasencia.
El fugitivo detenido, Rafael Robles, presentaba un disparo en la espalda, y el general jefe de la Guardia Civil en Extremadura ha reconocido que se produjeron disparos durante la detención, pero que, como no sangraba, las primeras hipótesis apuntaban a que había sufrido un infarto, después de que hubiera pasado más de tres horas huyendo a pie de los agentes por las inmediaciones de Plasencia.
Se desconoce aún si la herida de bala que tenía el hombre en el omóplato se debe a un disparo directo de los agentes o a un "rebote".
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