El nazismo vestía de Hugo Boss. Uniformes para los mandos del partido, las SS y las Juventudes Hitlerianas. Hitler posó su brazo sobre el sastre alemán que cabalgó la crisis económica mundial, explotando a 180 prisioneros de guerra, a los que obligaba a coser a destajo. Los actuales propietarios, desvinculados de la familia Boss, han querido saldar cuentas con el pasado encargando un estudio sobre el fundador, Hugo Ferdinand Boss. Según las investigaciones, no sólo un avispado empresario, sino también, un nazi convencido.
La firma Hugo Boss, durante décadas controlada por grupos italianos, ha pedido disculpas por los oscuros cimientos de su imperio. Aunque el fundador, a quien apodaron "el sastre de Hitler", murió sin saber que llegaría tan lejos. Pero no es la única que quiere conjurar su pasado. Los propietarios de la factoría BMW también prosperaron, al parecer sin escrúpulos, a la sombra de Hitler.
Los Quandt se suman a las grandes familias alemanas que entonan el mea culpa, y han encargado una investigación. Según el autor, Gunter Quandt, fabricó armas y baterías durante el régimen nazi y explotó, a veces hasta la muerte, a más de 50.000 prisioneros de guerra. Sus hijos Herbert y Harald, ampliaron el negocio, que siguió creciendo con trabajos forzados. Herbert, hasta supervisó la construcción de barracas en campos de concentración. Hoy los nietos de Gunter Quandt, con una fortuna de 20.000 millones de euros, no reniegan de su abuelo pero reconocen que hubieran querido que fuera una persona diferente.
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