La fatiga pandémica, las medidas cambiantes y el buen tiempo hacen que los ciudadanos se relajen frente al riesgo de contagio

Los datos epidemiológicos siguen siendo muy malos, pero mejoran, y las restricciones empiezan a relajarse. Además, en muchos puntos de España el tiempo ha acompañado y las calles y terrazas, allá donde ya se puede, han vuelto a llenarse. Estos factores, sumados a la extendida fatiga pandémica y a un año de continuos cambios en las medidas para frenar la COVID-19, hacen que algunos ciudadanos pierdan la percepción real del riesgo.

Foto: EFE / Alberto Morante