La seguridad de Estados Unidos podría haberse visto comprometida a causa de una relación extramatrimonial del exdirector de la CIA que le llevó a dimitir el pasado sábado. Una investigación del FBI sacó a la luz una serie de e-mails amenazantes que su amante y biógrafa Paula Broadwell, de 40 años, le escribió a Jill Kelley, una amiga de la familia Petraeus, por un asunto de celos. El FBI ha entrado esta noche en la casa de Broadwell en Charlotte (Carolina del Norte), según ha confirmado la propia agencia a la cadena CNN,
Según The Wall Street Journal, el FBI apartó de la investigación al amigo de Kelley al descubrir que se había involucrado demasiado. La agencia descubrió que había enviados fotos de sí mismo con el torso desnudo a Kelley. Tras ser apartado y ante el temor de que las indagaciones se paralizaran, el agente llevó el asunto al congresista republicano David Reichert, según recoge Efe.
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