La policía de Australia ha abierto una investigación sobre lo ocurrido en el secuestro en una cafetería en Sidney, donde un hombre armado mantuvo retenidas a 17 personas durante más de 17 horas. Dos de ellas, más el asaltante, murieron en la intervención policial. Ahora las autoridades tratarán de averiguar si los dos rehenes muertos fueron asesinados por el secuestrador o víctimas del fuego cruzado.
Los medios locales se preguntan si, con sus antecedentes, Monis debía haber sido un objetivo prioritario de los servicios de seguridad australianos, después de que el país aumentara la alerta ante la posibilidad de atentados islamistas por su participación en la coalición internacional que bombardea al Estado Islámico (EI) en Irak y Siria.
El primer ministro de Australia, Tony Abbott, no ha querido hacer comentarios sobre esta cuestión. Abbott ha calificado el secuestro como "terrorismo" pero ha precisado que sería "equivocado" ligarlo con grupos extremistas. Según Abbott, Monis era un "enfermo mental con un largo historial de delitos".
- Géneros
- Información y actualidad
- Idiomas
- Castellano