Las investigaciones del caso de la niña Asunta, que apareció muerta en una pista forestal del municipio coruñés de Teo, se centran esta semana en el análisis de pruebas para esclarecer si hubo premeditación en el crimen.
Las pruebas toxicológicas examinan la cantidad de sedante que pudo haber ingerido la pequeña y en qué condiciones, según los resultados la imputación de homicidio que pesa sobre sus padres podría cambiar a asesinato.
Las pesquisas también se focalizan en el trozo de cuerda encontrado junto al cadaver, y en determinar si pertenece al mismo rollo que apareció en la casa de campo de la madre situada a unos kilómetros de donde se halló el cuerpo.
También se trabaja en la inspección de las cámaras de seguridad y en el historial de los móviles de los padres, unos datos que podrían ser determinantes para arrojar luz sobre la investigación, según informa TVE.
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