Manolos el mito urbano

Bastantes años antes de que las chicas de sexo en Nueva York enloquecieran con los manolos, Manolo Blahnik ya diseñaba, cortaba y cosía zapatos, ya había estudiado arte, arquitectura y literatura en París y Génova, ya había sido el primer hombre en la portada del Vogue y ya se inspiraba en Velazquez, Goya o el Greco para cada uno de sus modelos, a los que siempre pone nombre, pero cuando Carrie Bradshaw entró en ese vestidor y dijo aquello de. Oh, dios mío, sabes lo que es esto? son unos Manolos, un mito urbano en el mundo del zapato. Manolo Blahnik dio el salto a la cultura de masas, aunque siguen siendo muy pocas las que se pueden permitir sus tacones de 20 centímetros y los 600 euros, mínimo que valen...y unió su nombre para siempre a la imagen de un grupo de mujeres taconeando por Nueva York. Aquí se instaló Manolo Blahnik en 1979 y aquí abrió su tienda más famosa, la más filmada y fotografiada, donde siguen viniendo mujeres de todo el mundo en busca de ese zapato único y hecho a mano.