Unas llamadas íntimas convertidas en un fenómeno viral en internet. En realidad, lo que de María Teresa hizo en 1998 fue dejar 16 mensajes en un contestador en los que intentaba contactar sin éxito con su marido mientras su desesperación y reproches iban en aumento.
Las grabaciones podían haberse quedado en una anécdota privada más. Pero las cintas del contestador nunca fue destruida, terminó en un mercadillo, y finalmente cayeron en las manos de ¿El Niño Rodriguez¿, director de cortometrajes. Con esa materia prima dirigió en 2011 Ni una sola palabra de más, un sencillo corto en el que la actriz Andrea Carballo simula en playback los mensajes de María Teresa.
Su paseo por festivales fue exitoso pero hace un mes decidió colgarlo en internet desatándose el furor viral en Argentina (y en el mundo hispanohablante en general). Frases como ¿venís con una propuesta para volver y me pedís un toallón y una toalla. ¿No es una ambivalencia?¿ calaron súbitamente y son ahora mismo muletillas habituales en las conversaciones argentinas. En Youtube ha superado el millón de reproducciones.
Y hace unos días ocurrió lo inevitable: quince años después, María Teresa se reconoció a sí misma y ha salido del anonimato. Según confesaba en una entrevista en Clarín, cuando empezó a ver que los telediarios se hacían eco del éxito del corto le hizo gracia que los dos protagonistas, Enrique y María Teresa, compartieran los nombres de su matrimonio. Hasta que su hermano le confirmó que, sí, que esa voz de las llamadas era la suya.
María Teresa, con 75 años (60 cuando hizo las llamadas) continúa su matrimonio con Enrique. Empresaria y docente durante su vida laboral, apunta a las razones del éxito del corto: ¿Yo creo que hay un misterio en que las mujeres nos vemos identificadas con esto de reclamar la atención, la comunicación, o la presencia¿.
- Géneros
- Información y actualidad
- Idiomas
- Castellano