Mientras trata de recuperarse de una de las peores masacres de la historia de Estados Unidos, la pequeña ciudad de Newtown comenzó hoy la triste y difícil tarea de enterrar a los 20 pequeños fallecidos en el tiroteo con los funerales de Jack Pinto y Noah Pozner, ambos de seis años.
Los habitantes de Newtown volvieron a mostrar su incondicional apoyo a las familias de las víctimas reuniéndose masivamente frente a la funeraria Honan, donde se llevaba a cabo un servicio en memoria del pequeño Pinto, un fanático del jugador fútbol americano Víctor Cruz, de los New York Giants.
En su honor, Cruz escribió el domingo en una de sus botas "Jack Pinto, mi héroe" y en otra "R.I.P Jack Pinto".
Para recordar al pequeño asesinado, algunos de los que allí se reunieron este lunes se vistieron con sudaderas de ese equipo de fútbol americano y, de nuevo a pesar de la lluvia y el frío, ofrecieron su cariño a los familiares de las víctimas con velas, osos de peluche y mensajes de apoyo.
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