La nueva rambla de Barcelona tendrá sólo un carril

La nueva Rambla de Barcelona, cuya remodelación comenzará a finales de 2019 y principios de 2020, incrementará su espacio a favor del peatón. No se peatonalizará por completo aunque si ganará espacio. Las obras supondrán una inversión de 35,6 millones de euros. Con el nuevo proyecto se quedará con tan solo un carril de subida y otro de bajada, los autobuses seguirán pasando. El ancho del tronco central variará a lo largo del paseo --desde 11 metros el más estrecho a 30 metros el más ancho--, y se mantendrá elevado y delimitado por un bordillo, de 12 centímetros de alto, al igual que las aceras laterales, que también se mantendrá elevadas. Al lado de las aceras también habrá un cordón de servicio de 2,8 metros de ancho para carga y descarga, que será reversible, de modo que permitirá ganar espacio para el peatón durante gran parte del día y facilitar la distribución urbana de mercancías en una franja de servicio en horario restringido, algo que se señalizará con un sistema de LED integrado en el pavimento que idicará la disponibilidad de plazas cuando estén en funcionamiento.