Ya han pasado 22 días desde que comenzaron las protestas pero los mineros no están dispuestos a dejar la lucha. Hoy hemos vuelto a ver barricadas y cortes de carreteras, y también enfrentamientos entre los mineros y la policía. No estamos porque nos gusta venir aquí a cortar carreteras ni molestar a la gente del pueblo, lo que pasa es que no nos dan otra opción. Los habitantes de las cuencas, cuya economía depende fundamentalmente del carbon, han querido mostrar su apoyo con una huelga general en los pueblos mineros. Seguimiento total, según los sindicatos: los comercios estaban hoy cerrados y en las calles no había movimiento. Una imagen parecida en Andorra, un pueblo de la provincia de Teruel donde la minería es básica para su supervivencia económica
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