El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, vivió una jornada un tanto especial al compartir el anuncio de la dimisión de Bill Daley, como su jefe de gabinete, y también recibir a los Mavericks de Dallas como campeones de la NBA de la temporada 2010-11. Obama, un fan de los Bulls de Chicago, no tuvo problemas en recibir a los Mavericks para darles el homenaje por ser campeones de la NBA por primera vez en su historia, aunque tampoco perdió la oportunidad de recordar cuáles son sus preferencias para la presente temporada. "Esto fue un triunfo inolvidable, una gran victoria", declaró Obama, mientras el dueño de los Mavericks, Mark Cuban y las estrellas del equipo, incluyendo el alero alemán Dirk Nowitzki, miraban al mandatario estadounidense. Obama antes de concluir su breve alocución en la que volvió a alabar los valores de trabajar en equipo, la solidaridad y el saber hacer de los campeones, manifestó también la tristeza que sentía por que la recepción no hubiese sido con los Bulls. "Es muy triste que los Chicago Bulls no estén aquí, será el próximo año", comentó Obama.
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