La noche ha transcurrido en una tensa calma en la capital ucraniana tras una sangrienta jornada de jueves en la que han muerto al menos 47 personas, pero en la que la oposición dice que podrían haber muerto hasta 100 manifestantes.
Miles de personas permanecen la plaza de la Independencia (Maidán), el núcleo de las protestas que comenzaron hace este viernes tres meses, después de que Yanukóvich renunciara a firmar un tratado de asociación con la Unión Europea.
A última hora de anoche, la Rada Suprema (Parlamento) prohibió la operación antiterrorista anunciada el miércoles por los servicios secretos y dirigida contra manifestantes radicales que han tomado decenas de administraciones y edificios oficiales en los últimos días.
El Legislativo tiene previsto reanudar este viernes su sesión extraordinaria para abordar una reforma constitucional que recorte los poderes del jefe del Estado, modificación que es una de las principales exigencias de los opositores.
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