El tren rápido de Extremadura acumula retrasos diarios desde su puesta en marcha

Hace una semana de la inauguración oficial en Extremadura de la plataforma de alta velocidad con un tren Alvia remodelado, y las quejas van en aumento. La primera fase, de unos 160 kilómetros, de Badajoz a Plasencia, aún con tramos pendientes de terminar en el entorno de Mérida y sin electrificación, está lejos de cumplir las expectativas. 

Desde que el pasado martes se subieron los primeros pasajeros, siempre ha acumulado retrasos. La impuntualidad de los tres primeros días superó la hora y cuarto. De urgencia, la presidenta de ADIF y el de RENFE han viajado a Extremadura a calmar las aguas. ADIF ha reconocido fallos técnicos en la vía y en la señalización. El presiente de RENFE, por su parte, ha explicado que los trenes se sobrecalientan y circulan más lento. Ha propuesto una medida que ha levantado ampollas: aumentar la duración del viaje del ALVIA.

La línea de alta velocidad Madrid-Extremadura supondrá una inversión de 1.700 millones de euros. En la provincia de Toledo ni siquiera han comenzado la obras. Las previsiones más optimistas vaticinan que podría estar concluida dentro de diez años.