Ocurrió en 2005 en San Petersburgo. El magnate Robert Kraft, dueño de los New England Patriots se encuentra con el presidente Putin y le muestra su último trofeo, el anillo de diamantes de la SuperBowl de esa temporada, valorado en 18.000 euros. Según Kraft, Putin lo vio y dijo: "Podría matar a alguien con este anillo... y se lo llevó, rodeado de 3 guardaespaldas". Ahora, el dueño de los Patriots dice que no fue un regalo. Quiso recuperarlo hace años pero según él, la Casa Blanca se lo desaconsejó por el bien de las relaciones bilaterales. Desde el entorno de Kraft tratan de quitar hierro al asunto. Dicen que es una historia graciosa que el dueño de los Patriots cuenta de vez en cuando pero las insinuaciones han sido contestadas desde el Kremlin. El portavoz de Putin dice que fue un regalo, no un robo y que el presidente ruso está dispuesto a enviarle otro anillo similar. Lo que parece claro es que el trofeo de la SuperBowl seguirá a buen recaudo en la biblioteca del Kremlin.
- Géneros
- Información y actualidad
- Idiomas
- Castellano