La Policía antidisturbios turca ha librado durante la madrugada del miércoles enfrentamientos con pequeños grupos de manifestantes que intentaban volver a la plaza Taksim, en Estambul, desalojada el martes.
La batalla campal se inició con el lanzamiento de botes de gas lacrimógeno contra las personas, desde jóvenes a trabajadores de oficinas y familias con hijos, que se habían dado cita en los alrededores de Taksim al salir del trabajo.
Los choques han durado toda la noche y se han extendido hasta la ribera del Bósforo. La Policía también usó cañones de agua, como viene siendo habitual.
Está previsto que este miércoles, el primer ministro, Recep Tayyip Erdogan se reúna con algunos de los manifestantes que iniciaron sus movilizaciones en un intento de paralizar la destrucción de un parque en la misma ciudad.
Mientras tanto, en Gezi siguen acampados grupos de jóvenes, activistas liberales y estudiantes.
Las autoridades han prometido que los manifestantes relacionados con la protesta medioambiental podrán seguir en el campo.
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