Traspapelar secretos en EE.UU., considerado delito si es deliberado o hay obstrucción

En Estados Unidos la Justicia investiga cómo llegaron documentos clasificados a las casas de Trump, Biden y Mike Pence. La situación es tan insólita que las autoridades han pedido a todos los presidentes y expresidentes de las últimas décadas que revisen sus armarios. Pero los problemas con papeles secretos no son nuevos. Se rumorea que Carter se dejó los códigos nucleares en el bolsillo y acabaron en la tintorería. En los 70 un ayudante de Nixon se llevó de la Casa Blanca 20 cajas llenas de secretos.

Parab llevar a juicio a alguien por traspapelar secretos tiene que haber intención, que sea algo deliberado, u obstrucción, que no quiera devolverlos.

Clasificados o no, todos los documentos oficiales de un presidente o de un vicepresidente deberían ir a parar a los archivos nacionales, cuando acaba su mandato. Con ellos se escribirán algún día los libros de historia.

Pero en las últimas mudanzas algo se hizo mal. Mike Pence dice que empaquetaron por error algunos documentos con sus efectos personales. Los de Biden aparecieron en un despacho, su casa y su garaje. Los de Trump tenían muy visible el sello de máximo secreto.

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