En casi toda España las cofradías viven estos días pendientes del cielo. En Palencia, cuya Semana Santa celebra su primer año como fiesta de interés turístico internacional, ha llovido durante todo el día. Mientras, en Sevilla, se han arriesgado bajo la llovizna. Las nubes han dejado a la Señora del Rosario Doloroso y al Cristo Cautivo salir a las calles del Polígono de san Pablo, en Sevilla. Emoción entre los devotos que llevaban dos años sin verlos. También en el murciano barrio de San Antolín también han podido venerar al Cristo del Perdón, este año, iluminado con bombillas de bajo consumo. Para cientos de costaleros de toda España, los que salen mañana, las esperanzas mezclan con los nervios de las últimas horas. Como en esta hermandad del Cerro, en Sevilla, después de meses de trabajo.
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