Un técnico gana Cante de Minas

En este taller de máquinas tragaperras no es el jefe quien lleva la voz cantante. Ricardo pone a prueba su garganta mientras trabaja. Con 8 años cogió su primera guitarra arrastrado por la afición de su padre. Fue el inicio de una relación eterna. Desde que llegó del Festival de la Unión apenas se separa de ella. Junto a su peña, cada semana, perfecciona lo que para muchos resulta inmejorable. Su carrera en solitario comienza a despegar después de formarse al lado de muchos cantaores. La Lámpara de las Minas es el punto de partida. Con Morente o Camarón entre sus influencias , este manchego se dispone a seguir cautivando -asegura- con rabia y sentimiento. Sus señas de identidad.